lunes, 27 de abril de 2015

DIEZ COSAS QUE NO DEBES HACER EN FACEBOOK

Cuando lo leí, yo, evidentemente, incumplía las diez normas sagradas. Las redes sociales, por definición, no son otra cosa que un enaltecimiento del ego, que como concepto está bien, lo malo es cuando alcanza límites similares a los cojones de Kin-Kong, entonces es cuando hay que mirárselo.

¿Pero qué tiene de malo poner en un página que es tuya, solo tuya y de nadie más, una foto de perfil de hace diez años, un retrato de tu gato, perro, conejo o niño en edad de guardería? ¿Por qué ese afán de dirigirlo todo? ¿Porque si no te bloquean, rechazan o incluso reportan de tu comportamiento indigno de una señorita? Porque sí... Facebook está lleno de chivatos, acusicas, que en cuanto ven teta o pelo de coño se alteran y mandan quejas, no sé muy bien a qué o quién, pero lo hacen, doy fe... ¡Pues que se piren!  Porque se supone que en las redes sociales quien más quien menos sabe algo de tí, ha mirado tu perfil o te conoce, por ese motivo pide tu amistad. Una servidora, que come de todo, incluye a casi todo el mundo. Y digo casi porque los dos últimos me salieron rana. ¡Niñas huid de machotes que en su biografía lo único que hacen es cambiar su foto de perfil! Y si hay alguna en calzoncillos o pegando tiritos en Kabul ¡Escondeos!